Durante el último siglo de historia en España, la industria naval ha sido quizás, uno de los más importantes testigos del desarrollo del país, y a pesar de todas las dificultades atravesadas y las que hoy mismo se padecen, se puede afirmar que la nación se encuentra entre las más desarrolladas del mundo.
Si en el último tercio del siglo XIX, los buques de la Armada eran diseños foráneos, construidos en países como Reino Unido, Francia o Italia, ya a comienzos del XX, los astilleros españoles inician su desarrollo paulatino con lo que será la constitución de la "Sociedad Española de Construcción Naval" con hitos tales como el desarrollo de los acorazados de la clase "España" inspirados en los "Dreadnought" británicos. La tecnología de la potente armada británica fue precisamente la que serviría de base para nuestras unidades en aquella época. Con el advenimiento de la Guerra Civil, y el posterior aislamiento, las autoridades militares dirigen su mirada hacia la "Kriegsmarine" y así, el diseño de buques alemanes predominó entre las unidades en activo hasta bien entrados los años cincueta. El testigo de ésta, y con la apertura hacia el exterior del régimen del general Franco, auspiciado por los intereses estadounidenses, lo tomará la "US Navy" que proporcionará a la Armada tanto tecnología, como armamento y buques, excedentes del enorme desarrollo naval que realizó aquel país durante la II Guerra Mundial.
A partir de los años setenta y hasta la actualidad, la industria naval nacional, con "Navantia" al frente, sucesora en el tiempo de la antigua "Sociedad Española de Construcción Naval", ha venido diseñando buques de guerra cada vez más complejos y modernos, no solamente para proveer de nuevas y más eficaces unidades a nuestra Marina, sino con vistas a competir en el durísimo mercado internacional, siendo hoy día referente en la construcción de buques, tanto de combate como logísticos para diversos países.
En esta ocasión, presetaré las unidades que constituyen la punta de lanza de la Armada: las fragatas F-100, clase "Álvaro de Bazán"
Se trata de un modelo RC, construido a escala 1:72, con casi dos metros de eslora cuya navegación constituye un auténtico placer para cualquier modelista por lo maniobrable del buque a pesar de su tamaño, su estabilidad y excelentes condiciones marineras que permiten su puesta a flote, incluso en condiciones de mar y viento adversas que lo harían imposible para cualquier otra maqueta.
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